Dos jóvenes fueron a un bar y dejaron la moto estacionada. Cuando volvían a su casa, notaron que el trapito les había roto la cubierta.
Ocurrió el viernes de la semana pasada, en el bar Gallo Negro, ubicado entre las calles Corrientes y Belgrano.
Cuando las dos chicas dejaron la moto estacionada y entraron al lugar, el trapito no se les acercó por lo que no le dieron dinero.
Una vez adentro, notaban a través de la ventana que el hombre miraba constantemente hacia su sector como vigilando. Finalmente se fueron del bar, pero antes de irse le dieron plata.
En el trayecto de vuelta notaron algo raro en la motocicleta. Al llegar a casa, se dieron cuenta de que alguien les había roto la cubierta con un elemento cortante.
“Estoy segura que fue él porque miraba todo el tiempo adentro en la ventana atrás de la mesa donde estábamos. Y si vos ‘cuidas’ las motos y ves a alguien cerca de una moto supongo que atinas a evitar que pasen este tipo de cosas”, comentó la damnificada a este medio.
Finalmente contó que habló con la gente del bar e intentó realizar la denuncia policial, pero no obtuvo mayores respuestas.
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