Con la declaración de tres testigos, a las 10 comenzó a desarrollarse la segunda jornada del juicio que se le sigue a Franco Sosa (36), quien está acusado de la muerte de su hijo Lázaro.
En este sentido, los primeros testimonios que se escucharon fueron realmente contrarios a la estrategia de la defensa, ejercida por el abogado Joaquín González. Primero estuvo Katia Belén Aguirre, una estudiante de enfermería que brindó un relato de lo acontecido de esa tarde, ya que fue buscada por un vecino de barrio San Nicolás para colaborar.
Esta testigo contó que entró a la casa y que el bebé Lázaro estaba en la habitación, que tenía las puertas cerradas. Inclusive no lo vio, ya que estaba tapado con una frazada, aunque narró que finalmente lo encontró y lo sacó al exterior, donde pudo pedir el auto que un policía retirado utilizó para trasladarlo hacia la Asistencia Pública.
Le llamó la atención que ningún miembro de la familia quiso acompañarlos, así que se llevó el pequeño con el exuniformado y una tercera persona, que hacía señales con un pañuelo blanco para que le abrieran el paso en el trayecto del San Nicolás al centro de salud.
Más testimonios
Luego habló la médica pediatra Paula Buttiero, quien asistía al pequeño Lázaro era asistido. La profesional de la salud relató que la última vez que lo vio fue el 31 de mayo, dos días antes de su deceso, y dijo que nunca evidenció signos externos de maltrato, así como que neurológicamente no hubo nada que le llamara la atención y que siempre llegaba en buenas condiciones.
Asimismo, narró que era llevado por su madre, aunque indicó que nunca preguntó por el padre, ya que dijo que es habitual que sean las mamás quienes llevaban los niños al pediatra.
La tercera testigo fue la sargento de policía Daiana Muriel Giménez, que en ese momento atendía el servicio de emergencias 101 (ahora 911), quien relató que la llamó Sosa y pidió un móvil, manifestando que su bebé está fallecido, por lo que la agente procuró darle indicaciones para que pueda realizarle las maniobras de RCP o las que fueran necesarias.
Sin embargo, narró que el ahora acusado se negó a recibirlas y cortó el teléfono. Giménez volvió a llamar para insistir y mantener el bebé con vida, mientras contactaban a Bomberos y policías, aunque señaló que Sosa le vuelve a cortar el teléfono.
Finalmente, la uniformada recordó que le dijo que no quería ese consejo. Cabe destacar que el juicio volvió a pasar a un cuarto intermedio, aunque se retomará en pocos minutos.
Audio: informe de Patricia Gatti para Villa María Ya!:
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