Juicio contra Franco Sosa: El fiscal insistió con la cadena perpetua

En el último día del juicio por la muerte de Lázaro Sosa, dieron sus alegatos el fiscal Francisco Márquez y el abogado defensor Joaquín González.

El primero pidió prisión perpetua para Franco Sosa, acusado de asesinar a su hijo de 4 meses. En su alegato de hora y media, analizó las pruebas de la causa y los testimonios de los distintos testigos que hablaron en la audiencia.

El fiscal partió de una pregunta que él mismo calificó como ridícula: ¿Cuántas veces puede morir una persona?

Esta pregunta la realizó porque a las 18:05 del 2 de junio de 2022, las llamadas que hizo Sosa a la policía refieren que él dijo que su pequeño bebé estaba sin signos vitales, lo mismo que le dijo a los bomberos. Esto se contradice con lo declarado con Sosa en la instrucción, cuando dijo que posteriormente llegó la madre y lo zamarreó.

También se refirió a Sosa como un mentiroso, argumentando que una vez dijo en el trabajo que su padre había muerto cuando esto no era verdad.

Márquez asegura que está probado que hubo dolo, intención de matar, ya que a Sosa no le interesó escuchar a la policía en sus indicaciones sobre cómo hacer RCP, porque no le interesó llevarlo al hospital sino que esperó a que la madre viniera desde Villa Nueva a su domicilio en el barrio San Nicolás.

Según alegó el fiscal, la primera persona a la que le interesó salvar al bebé fue el policía “Tati” López, quien buscó el auto para llevarlo al Pasteur, y también una vecina enfermera que fue quien lo llevó en brazos junto con el policía a la Asistencia Pública.

Márquez sostuvo que fue esta omisión de acciones la que comprueba el dolo de Sosa.

“Acá la víctima es Lázaro y yo lo estoy defendiendo. Sosa tiene la costumbre de castigar a los más pequeños”

El otro tema que planteó fue el referido a las pericias médicas, expresadas también por el forense Gustavo Rodríguez. El bebé habría sido sacudido con una fuerza equivalente a tener un accidente viajando a 40 km/h o bien a una caída libre de una altura de 1,05 metros en términos de las heridas cerebrales sufridas.

Márquez definió que lo que sufrió Lázaro fue un evento único, agudo, de ese momento. No fue una seguidilla de golpes porque hasta ese día estuvo bien. A la sacudida le siguió la hemorragia cerebral y el paro cardiaco.

Finalmente, pidió prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo.