Juicio contra Franco Sosa: La defensa pidió la absolución

En el último día del juicio por la muerte de Lázaro Sosa, dieron sus alegatos el fiscal Francisco Márquez y el abogado defensor Joaquín González.

El alegato de la defensa

Luego del pedido de perpetua del fiscal Márquez, alegó el abogado defensor de Sosa, Joaquín González. Este comenzó acusando al fiscal de agraviarlo al decir que “peinó testigos” (en la jerga coloquial de Tribunales significa influenciarlos).

También acusó seriamente a la fiscal de instrucción, Juliana Companys, por su labor en la causa. Aseguró que jamás se les leyeron los derechos a las primeras personas que fueron llamadas a declarar.

González sostuvo que a diferencia de Márquez, él no tendría miedo a la hora de señalar los errores de Companys. “Muchas veces se hace silencio porque el miedo paraliza. Es más fácil acusar a gente como Franco Sosa; para acusar a un magistrado hay que tener valor”, dijo.

Si bien reconoció las declaraciones de la hermana de su defendido, quien atestiguó que esta fue violento con ella, sostuvo que fue algo eventual y de poca trascendencia.

También justificó la orden de restricción que los familiares de Sosa mantenían con este diciendo que era por Franco “no colaboraba económicamente en la casa”, antes que por una cuestión de violencia.

González reflexionó acerca del accionar de su defendido. Dijo que quizás no obró de la mejor forma posible en el momento, que podría haber hecho algo mejor, pero fue lo que le salió en el momento, y eso no lo convierte en un asesino.

Sobre el testimonio de Priscila, ex pareja de Sosa que atestiguó un maltrato de este para con su hija, el abogado dijo que fue otro testimonio tomado de forma irregular en la instrucción de Companys.

Sobre Estefanía, la madre de Lázaro, González sostuvo que su progenitora y hermanas declararon barbaridades sobre ella. Que lo quiso abortar, que salió hasta el quinto mes de embarazo, que lo zamarreaba, que lo insultaba, pero que esto no la convertía tampoco en la asesina. Cuestionó que estuviera 10 meses presa.

El letrado citó a la pediatra, quien dijo que nunca observó signos de maltrato en Lázaro. Luego describió las declaraciones de los distintos médicos, argumentando que el Síndrome del Bebé Sacudido no es un signo inequívoco e incontrastable de maltrato infantil.

“Todo el sistema funciona para que cuando haya una tragedia, haya un responsable”

En su testimonio, el forense habló de lesiones agudas e instantáneas. González reconoció esta prueba como incontrastable, pero sostuvo que no necesariamente estas lesiones agudas se deberían a un maltrato doloso.

El abogado reclamó el hecho de que no le hayan permitido incorporar como prueba el testimonio de la patóloga Marta Cohen, mundialmente reconocida y premiada por la Reina Isabel II de Inglaterra.

Prosiguió una instancia bastante insólita, en la que González le pidió al jurado que usaran la Inteligencia Artificial de Chat GPT para preguntar si los síntomas del Síndrome del Bebé Sacudido solo se presentaba en casos de maltrato, o si los mismos síntomas se podían dar de forma aguda con otras patologías. Él mismo llevó a cabo la acción en su celular y leyó las respuestas.

El abogado también citó un caso similar ocurrido en Río Cuarto, en 2017. Allí se imputó a un padre por la muerte de un bebé en prácticamente idénticas circunstancias.

Coincidían las lesiones de hematoma subdural, hemorragia de retina y edema cerebral; en el hospital dijeron que hubo signos de maltrato infantil, y también observaron el Síndrome. El fiscal había pedido prisión perpetua, pero el acusado fue absuelto por un jurado popular.

González fue especialmente crítico con el funcionamiento del Poder Judicial, citando a la novela 1984 parar hacer una analogía de como el fiscal Márquez y el sistema en general manipularía de manera forzosa la opinión del jurado.

Finalmente, emocionado y prácticamente entre lágrimas, contó que una de sus charlas con Marta Cohen en el marco de esta causa le preguntó por qué se tomaba el tiempo de hablar con él. Ella le habría dicho que “la vida es muy corta como para no ayudar a que no se cometa una injusticia”.

El letrado pidió la absolución para Sosa, o en todo caso una condena de un año de prisión en caso de que se lo encuentre culpable de homicidio culposo.