En ese marco se autorizó el nuevo incremento a partir de este miércoles 17 de mayo.

Con la medida, el Gobierno busca contener el resto de los precios con un “ancla” nominal sin congelamiento, a pesar del incremento inflacionario que en abril llegó al 8,4% mensual.

El encuentro fue encabezado por la secretaria de Energía, Flavia Royón, con ejecutivos de YPF, Axion Energy, Raízen (Shell) y Puma Energy, las refinadoras que concentran más del 90% de las ventas de combustibles en estaciones de servicio.

También se sumó durante unos minutos el ministro de Economía, Sergio Massa.

Los directivos de las empresas fueron convocados al Palacio de Hacienda para poner “en común” la situación actual del mercado y que las petroleras relaten cuál es el atraso de los precios al público contra la paridad de importación, así como evaluar el impacto de alguna medida en la actividad.

En una conferencia con bancos y fondos de inversión durante la presentación de los resultados trimestrales, el gerente de Finanzas de YPF, Alejandro Lew, contó que el atraso rondaba el 10% a fines de abril.

Parte del acuerdo de “Precios Justos” para combustibles era mantener congelados los impuestos para evitar un alza en julio que presione sobre los valores al público.

El Estado nacional resigna recaudación tributaria por el equivalente a más de 200 millones de dólares por mes al dejar quietos los impuestos a los combustibles.