Nicolás Marchisio, el joven de Oliva acusado de “defraudación a la administración pública”, fue citado ayer 3 de agosto para declarar ante la Justicia Federal. Acompañado por su abogado Marcelo Martín Silvano, negó los hechos por los que está acusado y se abstuvo de contestar preguntas.
Cabe señalar que la investigación comenzó cuando el padre del imputado, Rafael Marchisio titular del Registro Automotor de Oliva, presentó una denuncia en la Justicia Federal de Villa María porque notó que faltaba dinero de las cuentas.
Cuando comienza la investigación, la fiscal María Schianni detectó que los faltantes de la cuenta del padre, iban hacia las cuentas del hijo.
En el año 2020, en plena pandemia, Nicolás creó una cuenta en Mercado en Mercado Pago a la que la denominó: “THEMOSTWANTED1337”, es decir, “el más buscado”. Esa cuenta estaba vinculada a su correo electrónico y a su teléfono celular, por lo que la investigación terminó apuntando hacia él, dado que las transferencias desde las arcas del padre iban directo a las del hijo.
La hipótesis de la fiscal es que, por la relación familiar que tiene con el titular del Registro de Propiedad del Automotor, Seccional Oliva, Nicolás Marchisio tuvo acceso a las tarjetas de débito y crédito que el Registro tenía en el Banco Nación y en el Banco Macro y así pudo extraer el dinero.
Corroboraron que, desde noviembre de 2022 hasta marzo de 2023, Marchisio hijo, hizo más de 40 transferencias mediante débito inmediato (Debin), provocando un perjuicio total de más de un millón de pesos a su padre. Estas transferencias se realizaron desde el 15 de noviembre de 2022, hasta el 27 de marzo de 2023.
Luego, la fiscal Schianni amplió la acusación debido a que la Justicia de la provincia, con asiento en Oliva, también había receptado en marzo de 2022, una denuncia de Rafael Marchisio por el mismo motivo: le faltaba plata.
En ese caso se detectaron cinco transferencias realizadas desde la cuenta del Registro hacia una cuenta de un banco digital (Brubank) que, otra vez, estaban a nombre de Nicolás. Una de las transferencias fue por 185 mil pesos y las cuatro restantes por una cifra cercana a los 200 mil pesos, con lo que suma -considerando las dos causas- un perjuicio de dos millones de pesos.
La maniobra fue idéntica a la anterior, salvo por el hecho de que, en lugar de transferirse el dinero a una cuenta de Mercado Pago, lo hizo a una de un banco digital. Pero todo a nombre de Nicolás.
Cabe recordar que el punto de controversia que plantea el defensor de Marchisio hijo es que, como el Código Penal exime de persecución judicial al que cometa un delito de esta naturaleza contra el padre, no deberían procesarlo.
Para la fiscal, la cuenta es del Registro de la Propiedad y por lo tanto, el delito, en caso de comprobarse que lo cometió, no es contra el padre sino contra el Estado.
Será, seguramente, un largo debate.
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